Nada que corte – Gloria Vaccarezza

Editorial Contramar (2021)
174 páginas.

SINOPSIS:
“Con dieciocho años y un atado de cigarrillos éramos imparables” dice Vaccarezza, y pone a rodar ficción y registro personal como un conjuro de la mirada contemporánea.

En Nada que corte entramos a dos mundos: los días sin noche de una productora de móviles exteriores para televisión, y, a la vez, al hospital psiquiátrico. Dos polos que, en principio, no se tocan. El relato de Débora, protagonista de la historia, nos lleva, sin embargo, de uno al otro como si recorriéramos un anillo de Moebius que ata locura y razón.

RESEÑA:
Hace mucho no me enganchaba tanto con un libro, y eso, es gracias a la crudeza de este relato.

Débora es joven, bella y con una carrera en los medios que va en ascenso. Sin embargo, hay un punto de quiebre y eso es lo que nos presenta la autora como eje de esta novela: la pérdida de la cordura.

¿Qué sucede con la alta explotación laboral? El estrés de Débora como movilera en un conocido canal de televisión, deviene en asfixia.

Un desgarro profesional, en donde se da todo hasta al punto de vaciarse. Con 26 años, Débora camina por los pasillos de un Hospital psiquiátrico.

Vaccarezza retrata con maestría el turbulento límite entre dos mundos: uno frente a los flashes y otro, frente a los fármacos.

En épocas donde la salud mental está ultrajada, leer este libro es como una bocanada de aire fresco.

Una novela que ahonda en la desesperación, en los vínculos efímeros, en ansiar algo que no podemos tener y en la diversión como método anestésico. Débora le pone el cuerpo a una vida que trastabilla y esa postura, le duele.

El lector puede palpar con sus propios dedos el sufrimiento de esta protagonista que se expone a situaciones terriblemente angustiantes.

Gloria Vaccareza logra eso, la empatía del lector en un mundo superficial y agotador.

9/10⭐️