El imperfecto laberinto del amor – Alejandra Laurencich
Factotum ediciones (2022)
296 páginas.
SINOPSIS:
Los años pueden pasar sin sobresaltos, y aunque haya heridas que nunca cierran y los recuerdos puedan convertirse en encrucijadas o callejones sin salida, el amor perdura. Alejandra Laurencich retorna con renovada perspectiva a los lugares y personajes de su aclamada novela Vete de mí, presentando nuevos aliados y enemigos, con el ritmo voraz de los amantes salvajes.
Todos sus caminos regresan una y otra vez a Luis Stapleton, -enfant terrible, acaudalado, rebelde y autodestructivo-; en él se produce una comunión de placer y dolor, amor y odio. A su lado, la vida es una tierna perversión, una llama de luz que quema: una droga que consume a todos los que se ven arrastrados en su vórtice descendente. Haciendo que la vida sin su presencia duela menos, pero carezca de sentido.
RESEÑA:
El amor de Luis y de Mariana regresa con más fuerza que nunca. Sentimientos nocivos, adictivos y necesarios.
Los recuerdos son fusibles para un futuro que se arderá si Mariana no logra volver a sentir la piel de Luis, quien sufre un fuerte revés que lo deja totalmente traumatizado.
Una vez más, Alejandra Laurencich fabrica los parámetros de una relación enferma, en donde cada eslabón aporta su granito de arena, aun sin quererlo.
La atracción que hay en estas páginas es tan grande como la destrucción que se generan el uno al otro. Hay una mezcla de placer con dolor que da como resultado un amor infinitamente perverso.
Luego de “Vete de mí”, el libro que da inicio a la locura, la autora se consagra exprimiendo sangre de la herida de sus personajes, quienes ya no dan más pero hacen un último intento por satisfacer sus pulsiones.
Errados, transitan la oscuridad con excesos. Pero el humo, las drogas y el alcohol son caricias al lado del exceso de sensaciones que los desbordan, hundiéndolos en un laberinto sin salida.
Con una narrativa sin fisuras, Laurencich nos trae a los sufrientes de “Vete de mí” para mostrarnos cómo se quiebran y cómo renacen para, inevitablemente, volverse a estrellar contra una pared.
9/10⭐️
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